Días en los que nada ocurre,
No ocurriste en mí.
Solo, acompañado de un frío lúgubre
Nunca... nunca verme feliz.
Pierdo y pierdo sin ni siquiera jugar,
Pues perder es mi mayor miedo...
Perderte sera mi único pesar.
Aún abajo del profundo pozo
temo bajar algo más,
olvidando que el fondo es todo,
Olvidándote a ti, al amar.
Llueve en mi mi mirada
el brillo de tus labios al hablar.
Llueve en tu sonrisa
Y no soy nube, sino suspirar.
Soy árida tierra, soy basura que apalear.
Eres el deseo sediento, joya que deseo portar
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